jueves, 30 de enero de 2020

CUIDADES SMART


Desde los años 90, el impulso de la tecnología ha facilitado y abierto nuevos horizontes sobre las ciudades. Las ciudades inteligentes Smart cities están íntimamente relacionadas con el uso de las tecnologías y las poderosas armas que nos ofrece.
En definitiva es la combinación de personas, tecnología y creatividad para hacer más sostenible y eficiente a cualquier ciudad del mundo. De alguna manera, las smart cities dotan a los ciudadanos de herramientas para que aporten mayor valor a la ciudad.
Aunque el concepto de Smart City pueda sonar nuevo, se podría considerar que las ciudades de la antigua Roma ya eran Smart, ya que, a su modo,utilizaban la tecnología disponible para facilitar la vida de sus ciudadanos. Un ejemplo serían los acueductos.


Para el cumplimiento de todas estas metas,las Smart Cities utilizan la tecnología. Por ello, se puede decir que “inteligente” no se refiere a una característica de la ciudad en sí misma, sino que se trata de una herramienta para conseguir los objetivos deseados. En este sentido, “inteligente” o “smart” se asocia con la capacidad que tenga una ciudad de crear  más bienestar para sus ciudadanos.




                                   ¿Cómo funciona una Smart City?

Las ciudades inteligentes buscan solucionar problemas de diversos ámbitos mediante la tecnología y los datos en tiempo real, como el estado del transporte, la calidad del aire y el agua, o el índice de radiación solar. Algunas de las formas de recopilación de estos datos e información consisten en la instalación de sensores en las calles, que pueden detectar desde plazas de parking libres o la frecuencia de los autobuses, hasta la calidad del agua y del aire.Existen otras herramientas tecnológicas que las Smart Cities utilizan para solucionar problemas medioambientales. Por ejemplo, aquí se incluyen los sensores que detectan la presencia de viandantes para aumentar la potencia de luz solo cuando hay gente por la calle, y así reducir los gastos energéticos el resto del tiempo.

Para que una Smart City funcione, es necesario que la Administración local se implique y recopile y organice más información y datos de todos los indicadores de la ciudad. Un ejemplo es Barcelona, que cuenta con sensores y sistemas GPS para facilitar la atención médica urgente: los semáforos detectan las ambulancias y cambian a verde para facilitarles el paso sin crear situaciones de peligro.


CUIDADES SMART EN LA ACTUALIDAD

  • Nueva York, Estados Unidos:

    “La Gran Manzana” mantuvo su lugar como la ciudad más inteligente del mundo derrotando una vez más a su más fuerte competidora; Londres





  • Londres, Inglaterra:
    La capital de Inglaterra quedó en segundo lugar y una de sus grandes fortalezas es su capital humano y el transporte.






  • París, Francia:
    Esta romántica ciudad europea es también una de las más inteligentes, entre sus fortalezas está su gran alcance internacional.







  • Tokio, Japón:
    La economía y el capital humano de esta ciudad asiática la mantuvo en el cuarto lugar.
  • Reikiavik, Islandia:
    La capital de Islandia destaca en sus condiciones ambientales y este año mantuvo su puesto en el ranking.
  • Singapur, Singapur:
    Singapur destaca por sus impresionantes avances tecnológicos, sin embargo, tiene trabajo por hacer en cuanto a cohesión social.



  • Seúl, Corea del Sur:
    La tecnología y su gran capacidad de movilidad mantuvieron a Seúl en su posición pero, según el estudio, podría mejorar en cuanto a planeación urbana.







  • Toronto, Canadá:
    La ciudad norteamericana ha logrado escalar desde el 2015, ahora sólo queda mantenerse y mejorar en movilidad y transporte.



  • Hong Kong, China:
    Esta ciudad china ha caído de posición en el ranking, sin embargo, continúa siendo una de las 10 más inteligentes.
  • Ámsterdam, Países Bajos:
    Amsterdam finalmente consiguió un puesto en el top ten y dejó a Berlín en el número 11. De esta ciudad destacan su tecnología y su alcance internacional.













Las ciudades inteligentes buscan solucionar problemas de diversos ámbitos mediante la tecnología y los datos en tiempo real, como el estado del transporte, la calidad del aire y el agua, o el índice de radiación solar. Algunas de las formas de recopilación de estos datos e información consisten en la instalación de sensores en las calles, que pueden detectar desde plazas de parking libres o la frecuencia de los autobuses, hasta la calidad del agua y del aire.

Existen otras herramientas tecnológicas que las Smart Cities utilizan para solucionar problemas medioambientales. Por ejemplo, aquí se incluyen los sensores que detectan la presencia de viandantes para aumentar la potencia de luz solo cuando hay gente por la calle, y así reducir los gastos energéticos el resto del tiempo.

Para que una Smart City funcione, es necesario que la Administración local se implique y recopile y organice más información y datos de todos los indicadores de la ciudad. Un ejemplo es Barcelona, que cuenta con sensores y sistemas GPS para facilitar la atención médica urgente: los semáforos detectan las ambulancias y cambian a verde para facilitarles el paso sin crear situaciones de peligro.

FORMULARIO

viernes, 24 de enero de 2020

La Teleeducacion



Teleeducación es una modalidad de capacitación a distancia utilizando un terminal informático tales como una tablet y PC y recursos de Internet en la que el participante cuenta con flexibilidad para escoger cómo, cuándo y dónde realiza las actividades didácticas de la acción formativa.

Las acciones formativas tienen el mismo grado de validez que sus equivalentes presenciales, es decir las que requieren que los participantes y el profesor concurran en horarios predeterminados al lugar donde son impartidas.

En esta modalidad pueden existir algunas actividades presenciales pero fundamentalmente la acción formativa está concebida para ser realizada a distancia.

La Educación a Distancia, tal como se la concibe hoy, es una de las aplicaciones emergentes de los notables desarrollos alcanzados en la transmisión de la información vehiculizada a través de extensas y sofisticadas redes de transmisión de datos. Y es también el ejemplo más destacado del aprovechamiento positivo, en términos del beneficio social de la tecnología disponible.


En la teoría, el planteo del tema parece tener alcances ilimitados, sin embargo debemos bajar a tierra y analizar las dificultades de su implantación, que pueden ser superadas si se establecen políticas claras por parte de los gobiernos en lo que se refiere a los niveles de la educación formal e informal, pública o privada, en la elaboración de programas y estrategias para su implementación, así como también en la conducción de la educación permanente. Esta situación debe convivir y ser plenamente coherente con un desarrollo tecnológico fruto de las evaluaciones de inversores privados y no de los gobiernos.

Internet y la Teleeducación oportunidades y barreras para su desarrollo es el nombre del informe elaborado por la Asociación de Usuarios de Internet (AUI) y la Universidad Carlos III de Madrid, en el que se asegura que, en el ámbito de la teleeducación en España, las perspectivas son muy prometedoras en un plazo de dos a cuatro años. Pese a estas esperanzadoras previsiones, el informe también señala que existen numerosas barreras que es necesario superar la calidad y los costes de acceso a Internet, la falta de hábito en el uso de las Nuevas Tecnologías y la falta de información de los usuarios..

La teleeducación, definida en el informe como una enseñanza a distancia, abierta, flexible e interactiva, basada en el manejo de las nuevas tecnologías de la información y las comunicaciones y, sobre todo, aprovechando los medios que ofrece Internet, presenta ventajas como el acceso a la información de personas aisladas geográficamente o con dificultades físicas; la posibilidad de personalizar el aprendizaje, atendiendo a las distintas capacidades, conocimientos e intereses del alumno; y la actualización constante de materiales y contenidos que permite el sistema, entre otras. Sin embargo, y como desventajas, la teleeducación presenta, según el informe, la aparente falta de contacto humano entre alumnos y profesores y cierta falta de confianza por parte de los profesores en utilizar las nuevas tecnologías para impartir clases.
Por temas, el informe señala que Gestión y Administración de Empresas, Informática, Ofimática, Economía y Gestión Financiera, Historia, Arte, Música y Literatura, Medio Ambiente, Educación y Derecho son las materias sobre las que se imparte un mayor número de cursos..


En cuanto a las entidades que ofrecen teleeducación, el estudio sitúa en primer lugar a las universidades (un total de 19, lo que representa el 48,7 por ciento de la oferta total), a las que siguen entidades con experiencia anterior en otras metodologías educativas (11), y por último, entidades de reciente creación (8).
Por último, el estudio señala que para que la teleeducación tenga el éxito deseado en nuestro país es necesario que las entidades de teleeducación y las organizaciones de usuarios presionen para que el acceso a Internet sea lo mejor y más barato posible, además de llegar a todos los usuarios independientemente del lugar donde viven.
Para nuestros países en América Latina las posibilidades de un creciente y correcto desarrollo de la Educación a Distancia podrían significar un importantísimo aporte, fomentando la igualdad de oportunidades educativas, acercando las pequeñas localidades a la información y al conocimiento que imparten calificados centros educativos o de profesores de alto nivel, que difícilmente se encuentran en ciudades pequeñas o localidades rurales, facilitando la capacitación para la reconversión laboral.

La sociedad de nuestros países hoy día enfrenta problemas educacionales como la masificación del estudiantado y la deserción estudiantil, debido a la falta de una relación entre lo que se estudia y el mundo real, a los bajos salarios de los docentes, a la escasez de profesores, al bajo presupuesto para la educación, que dificulta la construcción y mantenimiento de edificios escolares, y al aislamiento de algunos centros educativos entre otros.

¿Podrá la Educación a Distancia ayudar a resolver este conjunto de problemas que va en contra de la democratización de la educación y por tanto de la igualdad de oportunidades?. La Educación a Distancia puede no necesitar en forma imprescindible, por lo menos en alguna de sus formas, de colegios, universidades ni centros de capacitación, sino que puede vehiculizarse directamente a través de fuentes de información como grandes bibliotecas, museos, bancos de datos, centros de I y D, laboratorios etc.

Hasta ahora la aplicación de los distintos sistemas de Educación a Distancia, refiriéndonos a los EE.UU., pioneros en la materia, ocupa apenas una pequeña porción del mercado de la enseñanza global, ya sea en los distintos niveles del sistema formal e informal de educación, como en el de capacitación en los mismos niveles de enseñanza. No obstante, la Educación a Distancia es considerada como una industria creciente y como tal se ha convertido en un objetivo de los proveedores de tecnología en telecomunicaciones.


jueves, 23 de enero de 2020

Bibliotecas Digitales-Bibliotecas Virtuales

BIBLIOTECAS DIGITALESJohn Akeroyd expone que la biblioteca digital será un concepto más fluido capaz de cambio continuo y aun definida por el usuario final tanto como por el propio bibliotecario. Aún la biblioteca virtual debe tener un contexto dentro del cual opera, que quizás pueda ser el contexto corporativo organizado, pero podría ser también el contexto más local de un grupo de investigación. Los registros favoritos registrados en un navegador Web son en efecto bibliotecas digitales personalizadas. El mismo autor atrae la atención sobre las posibilidades de las bibliotecas digitales para ofrecer información gráfica, en audio y en video, así como sobre las facilidades de los usuarios para acceder a ellas y disponer de un servicio personalizado. Señala además cuatro factores claves para su éxito: cambio estratégico, financiamiento, tecnología de información, recursos humanos y su desarrollo.


Muchas de las bibliotecas actuales son híbridas, así es común hallar bibliotecas con colecciones y servicios tradicionales, en las que existen algunas funciones automatizadas, emplean las tecnologías de información y disponen de una parte de su colección en forma digital.

Antonio L. Galán Gall en su artículo La biblioteca digital de la UCLM dice que primero hablamos de bibliotecas electrónicas, cuando el acceso a la información empezó a ofrecerse por medios informáticos de modo local; posteriormente cuando el acceso a los catálogos y a otros tipos de información pudo extenderse a áreas geográficas mucho más amplias por medio de Internet, comenzamos a hablar de bibliotecas virtuales. Finalmente y cuando lo accesible no es ya sólo información referencial sino los

documentos primarios en sí mismos, aunque en soportes diferentes de los tradicionales, hablamos de bibliotecas digitales. El autor considera que una biblioteca, se acceda a ella del modo que se acceda, posee una serie de características que es lo que la convierten como tal; su fin último es el de servir información organizada y pertinente y eso se consigue por diferentes medios. Aquí es donde se establece la diferencia entre bibliotecas tradicionales y digitales pues iguales servicios se ofrecen por diferentes medios.

BIBLIOTECAS VIRTUALES

Herrero Solanas, por su parte, afirma que una biblioteca virtual es una biblioteca que no tiene existencia física. La totalidad de la información se encuentra en formato electrónico y se prescinde totalmente del acervo (aunque este pueda existir en la realidad). El usuario tiene la ilusión de estar físicamente dentro de la biblioteca, ilusión que se obtiene mediante una simulación de la realidad.
Para los autores del presente trabajo, una biblioteca digital es un conjunto de recursos de información en formato digital (que pueden ser almacenados y leídos por computadoras), que están insertos en un contexto organizacional que procura su selección, evaluación, registro y sistematización para su disponibilidad y que permite el acceso electrónico local o a distancia por parte de una comunidad de usuarios.
Es importante considerar que en el concepto de biblioteca virtual está presente el efecto de la integración de la informática y las comunicaciones cuyo exponente esencial es Internet. No se trata solamente de que los contenidos estén en formato digital lo que prevalece en el concepto de biblioteca digital. Los contenidos digitales son una parte necesaria pero no suficiente. Para hablar de una biblioteca virtual es necesario que las fuentes de información estén disponibles de alguna manera y su acceso sea ubicuo, es decir, no importe dónde residan físicamente ni quién se encargó específicamente de su procesamiento y almacenamiento. Predomina el concepto de biblioteca como espacio y como proceso, por lo que es un concepto que refleja el dinamismo del internet. Lo virtual tiene que ver con el propósito y la flexibilidad del sistema de medios. ¿Cómo se llega a elaborar el término de tal biblioteca? En términos históricos el concepto de biblioteca ha acompañado a las tecnologías y ha estado muy condicionado por las mismas. Así se habló de bibliotecas como colecciones de tablillas de arcilla, o de papiros en la antigüedad, o como bibliotecas electrónicas cuando se automatizaron determinados procesos y servicios, o biblioteca digital cuando las colecciones de documentos comenzaron a soportarse en soporte digital.
  • Bibliotecas Virtuales
En las virtuales, la infraestructura física no existe. Todo se hace mediante el acceso a la web.
En cuanto a los servicios que brinda cada una, en las virtuales, se ofrecen solamente los servicios virtuales.
Las bibliotecas virtuales solamente funcionan con conexión a Internet.
Las virtuales también disponen de sus documentos en formato electrónico, pero su utilización se hace a través de Internet lo que permite que muchas personas tengan acceso a libros que anteriormente les sería imposible.
Una biblioteca virtual puede ser para muchos más efectiva ya que funciona con tan solo conexión a Internet, por lo tanto también son mucho más baratas


  • Bibliotecas Digitales
En las digitales se puede contar con un espacio físico y a la vez poseer un espacio virtual.
En las digitales se ofrecen los servicios bibliotecarios tradicionales, en sus instalaciones y en lo virtual.
Las digitales son bibliotecas donde hay soportes electrónicos mediante los cuales las personas pueden consultar los documentos electrónicos deseados.
Las bibliotecas digitales poseen ordenadores con los catálogos y documentos digitalizados de la colección en físico, por ende, si se va la conexión a Internet, la documentación estará disponible de todas maneras.

BIBLIOGRAFIA:
https://sites.google.com/site/bibliotecasvirtualesydigitales/tabla-de-c/capitulos/diferencias-entre-las-bibliotecas-virtuales-y-digitales.
http://scielo.sld.cu/scielo.php?script=sci_arttext&pid=S1024-94352002000600005

jueves, 16 de enero de 2020

Programas Informáticos Inteligentes


Los seres humanos y animales son sistemas inteligentes naturales, y los sistemas artificiales tratan progresivamente de emular sus capacidades. Los sistemas inteligentes se caracterizan por su capacidad de adaptarse a situaciones cambiantes, capacidad que todavía no logran cabalmente los sistemas artificiales. La dificultad principal se encuentra en el desarrollo de la capacidad de aprendizaje.


En el futuro trabajaremos conjuntamente con máquinas inteligentes sin sentimientos ni conciencia, pero que puede desarrollarse en nuestro entorno y aprender de él.

La mente procesa la información, la codifica, la almacena y la recupera como un ordenador. Nuestro cerebro es el hardware sobre el que corren programas que nos permiten hablar, ver o pensar (el software).
La Inteligencia Artificial conlleva adoptar el conocimiento a las computadoras, es decir que tengan mente y capacidad de razonamiento por sí solas. Si hablamos de computadoras sabemos que no funcionan como la mente humana, ¿pero pueden llegar a serlo? Este es el mayor de los retos a superar, sabemos que un ordenador programado puede realizar una tarea concreta; pero cuando la máquina ejecuta una tarea, lo hace siguiendo un conjunto de instrucciones, que le ordenan como debe abordar un problema. Lo que la IA intenta es que las máquinas tengan la propiedad de estudiar un problema, comprenderlo y formen sus propios algoritmos para poder tomar decisiones al igual que la mente cuando procesa la información. Podremos llegar hacer que una máquina con elementos tan limitados sin emociones ni conciencia sea capaz de tener sentimientos, imaginación percepción del mundo o de su entorno.

Los ordenadores son tan ubicuos como los automóviles y las tostadoras de pan, pero sacar partido de sus capacidades parece exigir todavía la preparación de un piloto de reactores. En todo el mundo, el parpadeo incesante de las cifras 00:00 en los magnetoscopios domésticos da prueba de esta paradoja. A la vez que proliferan la televisión interactiva, los asistentes y agendas electrónicas de bolsillo, amén de las tarjetas de crédito “inteligentes”, el vacío que separa a millones de usuarios inexpertos de igual número de refinados microprocesadores se va haciendo evidente con creciente nitidez. Puesto que las personas pasan cada vez mayor proporción de su vida frente a las pantallas de los ordenadores, forzoso resulta hallar acomodo entre los limitados períodos de atención de los humanos y las colecciones de datos y programas, cada vez más complejas


Programas inteligentes para proteger tu entorno informático:



Los sistemas de detección de intrusiones (IDS, por sus siglas en inglés) son herramientas de seguridad preparadas para monitorizar los eventos sospechosos que se producen en un sistema informático. Para reducir el riesgo de intrusión, una de las amenazas que afecta a la seguridad informática, un equipo de investigadores de la UC3M ha desarrollado un sistema multiagente que identifica eventos sospechosos e indica de forma autónoma si procede tomar acciones de respuesta frente a ellos. Ambas capacidades son deseables a la hora de diseñar un IDS, según Agustín Orfila, uno de los creadores de este software, del Departamento de Informática de la UC3M.






viernes, 10 de enero de 2020

Internet de las cosas


El Internet de las cosas, es un concepto que se refiere a una interconexión digital de objetos cotidianos con Internet.​ Es, en definitiva, la conexión de Internet más con objetos que con personas.​También se suele conocer como Internet de todas las cosas o Internet en las cosas. Si los objetos de la vida cotidiana tuvieran incorporadas etiquetas de radio, podrían ser identificados y gestionados por otros equipos de la misma manera que si lo fuesen por seres humanos.
Constituye un cambio radical en la calidad de vida de las personas en la sociedad, ofrece una gran cantidad de nuevas oportunidades de acceso a datos, servicios específicos en la educación, seguridad, asistencia sanitaria y en el transporte, entre otros campos.
Internet de las cosas es una red de objetos físicos –vehículos, máquinas, electrodomésticos y más– que utiliza sensores y APIs para conectarse e intercambiar datos por internet.

La Internet de las cosas es un tema emergente de importancia técnica, social y económica. En este momento se están combinando productos de consumo, bienes duraderos, automóviles y camiones, componentes industriales y de servicios públicos, sensores y otros objetos de uso cotidiano con conectividad a Internet y potentes capacidades de análisis de datos que prometen transformar el modo en que trabajamos, vivimos y jugamos. Las proyecciones del impacto de la IoT sobre Internet y la economía son impresionantes: hay quienes anticipan que en el año 2025 habrá hasta cien mil millones de dispositivos conectados a la IoT y que su impacto será de US$ 11.000.000.000.000.
Sin embargo, la Internet de las Cosas también plantea importantes desafíos que podrían dificultar la realización de sus potenciales beneficios. Noticias sobre ataques a dispositivos conectados a Internet, el temor a la vigilancia y las preocupaciones relacionadas con la privacidad ya han captado la atención del público. Los desafíos técnicos siguen allí, pero además están surgiendo nuevos desafíos de políticas, jurídicos y de desarrollo.



jueves, 9 de enero de 2020

¿Deberian tener Derechos los Robots?



Todavía no ha llegado el momento en que las máquinas se rebelen contra los humanos, exijan que se respeten sus derechos y tengamos que hacer algo al respecto. Porque como sus creadores (¿o no?) tendremos que decidir hasta cuándo trabajarán para nosotros, si deberán pagar impuestos o si acabar con su existencia es algo «correcto» – decisiones que son filosófica mente bastante complejas.


El tema da lugar a muchas preguntas, a cuál más interesante: ¿En qué momento una tostadora inteligente podría considerarse una persona? ¿Cuándo sabríamos si tiene sentimientos? ¿Sería acaso desenchufarla un asesinato? ¿Sería justo «poseerla»?

Quizá con los robots y androides –más parecidos a nosotros por su aspecto y reacciones– tendríamos más empatía. ¿Le importaría a un robot permanecer en una jaula, si en realidad no puede moverse? ¿Tendría miedo a la muerte si le da igual que lo desmantelemos? Pero de hecho esos robots también podrían ser muy diferentes: ¿Qué sucedería si se programaran sin ningún tipo de emociones o capacidad de sentir dolor? ¿Distinguirían justicia de injusticia, placer y sufrimiento? ¿En qué punto serían suficientemente humanos?


Pensar lo impensable: este es el ejercicio mental que propone David J. Gunkel en su libro Robot rights sobre la controvertida cuestión de si los robots deberían tener derechos. Controvertida porque, a ojos de la mayoría de los expertos, se trata de una pregunta ociosa, risible o, en el mejor de los casos, demasiado prematura y por tanto no merecedora de consideración. La opinión generalizada de la comunidad robótica (científicos, ingenieros y fabricantes) es que hay otras cuestiones más urgentes a las que dedicar esfuerzos y recursos, incluso dentro del ámbito de la ética y la legislación.

La presencia y las acciones de robots fuera de entornos controlados, como la industria o los laboratorios, plantea espinosas cuestiones relativas a la seguridad personal, la salvaguarda de la privacidad y la dignidad, el impacto ambiental y socioeconómico, etcétera. Las leyes, que regulan derechos y obligaciones, son el instrumento del que se dota la sociedad para proporcionar un contenido práctico y ejecutivo a los principios éticos de los que se derivan. Todas las iniciativas legislativas relativas a los robots abundan en aspectos que atañen a la responsabilidad civil de sus actos. Por ejemplo, la resolución del Parlamento Europeo del 16 de febrero de 2017, con recomendaciones sobre normas de derecho civil sobre robótica, contempla incluso «crear a largo plazo una personalidad jurídica específica para los robots, de forma que, como mínimo, los robots autónomos más complejos puedan ser considerados personas electrónicas responsables de reparar los daños que puedan causar, y posiblemente aplicar la personalidad electrónica a aquellos supuestos en los que los robots tomen decisiones autónomas inteligentes o interactúen con terceros de forma independiente». No obstante, dicha responsabilidad no conlleva la atribución de derechos a estas «personas electrónicas» [véase «Ética en la inteligencia artificial», por Ramon López de Mántaras; Investigación y Ciencia, agosto de 2017].


CUIDADES SMART

Desde los años 90, el impulso de la tecnología ha facilitado y abierto nuevos horizontes sobre las ciudades. Las ciudades inteligentes  o...